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¿que carambas el es ´Burn-in´?

Foto del escritor: Julio Mendoza IntegradorJulio Mendoza Integrador

El “burn-in” en equipos de audio es un tema que ha generado mucho debate entre audiófilos, ingenieros de sonido, y fabricantes de equipos de alta fidelidad. Se refiere al proceso de “rodaje” o “desgaste controlado” de los componentes electrónicos y mecánicos de un equipo de audio, con la idea de que su rendimiento mejora después de un período inicial de uso.



1. ¿Qué es el “burn-in”?

El “burn-in” en equipos de audio implica hacer funcionar el equipo durante un período prolongado, generalmente de 50 a 200 horas, con la finalidad de que los componentes internos se estabilicen y alcancen su máximo rendimiento. Este proceso es comúnmente asociado con altavoces, auriculares, amplificadores y cables de audio.

En el caso de los altavoces y auriculares, se cree que el movimiento repetido de los diafragmas y otras partes móviles permite que los materiales se flexibilicen adecuadamente, lo que resulta en una mejor respuesta en frecuencia, mayor claridad y precisión en la reproducción del sonido. Por otro lado, en amplificadores y DACs (convertidores digital a analógico), el “burn-in” se refiere a la estabilización de los componentes electrónicos, como condensadores y resistencias, que pueden sufrir ligeros cambios en sus propiedades durante las primeras horas de funcionamiento.

2. ¿Es real el “burn-in”?

La existencia y efectividad del “burn-in” es un tema controvertido. Algunos audiófilos y fabricantes afirman que es un proceso esencial para obtener el mejor rendimiento de un equipo de audio, mientras que otros lo consideran un mito o, en el mejor de los casos, un fenómeno mínimo que no afecta perceptiblemente la calidad del sonido.

Argumentos a favor

  1. Cambio en los materiales: En altavoces y auriculares, los materiales de los diafragmas, suspensiones y bobinas móviles pueden necesitar un período inicial de uso para alcanzar sus propiedades óptimas. Durante este período, es posible que la respuesta en frecuencia se estabilice y se suavicen ciertas características sonoras.

  2. Estabilización de componentes electrónicos: Los componentes en amplificadores y DACs pueden experimentar pequeños cambios en sus características eléctricas durante las primeras horas de uso, lo que puede influir en la calidad del sonido. La teoría sugiere que una vez que estos componentes se han "asentado", el rendimiento del equipo se estabiliza.

  3. Experiencias subjetivas: Muchos audiófilos reportan que notan una diferencia en la calidad del sonido después de un período de burn-in, especialmente en los graves y en la claridad general del sonido.

Argumentos en contra

  1. Falta de evidencia científica sólida: Hasta la fecha, no existe una evidencia científica concluyente que respalde la necesidad o efectividad del burn-in en equipos de audio. Las mediciones técnicas realizadas en altavoces, auriculares y componentes electrónicos antes y después del burn-in a menudo muestran cambios mínimos o inexistentes.

  2. Efecto placebo: Algunos expertos argumentan que la percepción de una mejora en la calidad del sonido después del burn-in podría estar influenciada por el efecto placebo. Es decir, los usuarios podrían percibir una mejora simplemente porque esperan que ocurra, o porque se han acostumbrado al sonido del equipo.

  3. El cambio en la percepción auditiva: La audición humana es altamente adaptable, y lo que algunas personas interpretan como un cambio en el sonido del equipo podría ser, en realidad, un cambio en su percepción del mismo. A medida que se familiarizan con el equipo, pueden llegar a apreciarlo más, confundiendo esta adaptación con un cambio en la calidad del sonido.

3. ¿Es necesario el “burn-in”?

La necesidad del burn-in depende en gran medida de la perspectiva personal del audiófilo y del tipo de equipo que esté utilizando.

Cuando podría ser útil

  1. Altavoces y auriculares nuevos: Dado que estos dispositivos tienen partes móviles, algunos usuarios optan por hacer un burn-in para asegurarse de que los materiales flexibles se estabilicen. Aunque los cambios pueden ser sutiles, algunos audiófilos consideran que el burn-in mejora la suavidad y precisión del sonido.

  2. Componentes electrónicos de alta gama: En equipos de alta fidelidad, donde cada detalle puede marcar la diferencia, algunos audiófilos prefieren hacer un burn-in como parte del proceso de optimización de su sistema. Esto se basa en la idea de que, si bien los cambios pueden ser pequeños, podrían contribuir a una mejora en la calidad del sonido.

Cuando no es necesario

  1. Equipos de audio bien diseñados: Muchos fabricantes diseñan sus equipos para que funcionen óptimamente desde el primer momento, sin necesidad de un burn-in prolongado. En estos casos, el burn-in puede ser innecesario.

  2. Cuestiones prácticas: Para algunos usuarios, el tiempo y esfuerzo necesarios para hacer un burn-in pueden no justificarse, especialmente si los beneficios percibidos son mínimos o inexistentes.

4. Cómo realizar un “burn-in”

Si decides realizar un burn-in en tu equipo de audio, aquí tienes algunas recomendaciones prácticas:

  1. Reproducir música variada: Durante el burn-in, es recomendable utilizar una variedad de música que incluya diferentes rangos de frecuencia, desde graves profundos hasta agudos nítidos. Esto ayudará a "desgastar" todos los componentes del sistema.

  2. Uso moderado del volumen: No es necesario (ni recomendable) utilizar un volumen extremadamente alto durante el burn-in. Un volumen moderado es suficiente para permitir que los componentes se asienten sin riesgo de daños.

  3. Duración del burn-in: La duración puede variar según el equipo, pero generalmente se recomienda un período de 50 a 200 horas. Algunos audiófilos prefieren dejar el equipo funcionando a bajo volumen durante la noche.

  4. Monitoreo del proceso: Algunos usuarios optan por escuchar el equipo periódicamente durante el burn-in para notar posibles cambios en la calidad del sonido. Esto también les permite ajustar el proceso si es necesario.

5. Conclusión

El burn-in en equipos de audio es un tema complejo, con opiniones divididas entre quienes creen firmemente en su efectividad y quienes lo consideran innecesario. Aunque no existe un consenso científico definitivo, la decisión de realizar un burn-in depende en última instancia del usuario y de su percepción auditiva. Para algunos, puede ser una forma de asegurarse de que su equipo esté funcionando al máximo de su capacidad; para otros, puede ser un proceso innecesario que no aporta mejoras perceptibles. Como en muchos aspectos del audio de alta fidelidad, la experiencia personal es clave.

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